Reseña de El cazador de mariposas (Muerde Muertos, 2020), de Patricio Chaija. Escribe: La Luz de sus Ojos.
Empezando por el protagonista, la historia sucede en Bahía Blanca y se centra en la historia de un solitario profesor de secundaria, quien vive junto a una imponente estatua de mármol blanco y de una escalofriante mirada vacía. Dicho profesor guarda algunos secretos que le atormenta que sean descubiertos, por lo que al llegar a su casa observa con detenimiento cada sector por si hubo alguna intrusión en su ausencia. La corta historia de 88 páginas trata de un día en particular en la vida de este hombre. Un día que significará un cambio, un choque, un impacto importante en su psiquis. El autor va relatando detalladamente en cada página los movimientos del protagonista, lo que observa, lo que siente, lo que desea, lo que aspira, lo que teme. Pero incluso así, después de tanto pensar, de tanto idear, analizar y accionar, no logra anticipar lo que iba a suceder sobre el final. Como comenté arriba, se trata de una novela corta por lo que no puedo decir mucho más sin spoilearles nada (así que me cuesta decidir qué contar). Personalmente me gustó bastante. Es rápida de leer, entretenida, y bastante confusa por momentos. No me esperaba ese final, me dejó desconcertada por todo lo que va del día y todavía no logro dilucidar cuál es el sentimiento que me envolvió una vez finalizado el libro. Me quedé con algunas dudas respecto de algunas cosas previas al momento plasmado en el libro, pero creo que justamente esos cuestionamientos fueron los que me hicieron tan intrigante cada uno de los párrafos. Espero pronto poder leer alguna otra de las obras de este autor.