Pablo Martínez Burkett escribe con artes de prestidigitador. Este libro es un claro ejemplo. Los cuentos que componen Los ojos de la divinidad cautivan desde el primer renglón y sorprenden con resoluciones fantásticas. Fogwill decía que escribir es el goce que integra los necesarios ejercicios de imaginar y pensar. Eso encuentro en la escritura de Burkett, un autor indispensable para quien quiera adentrarse en lo más destacado de la narrativa contemporánea.
Juan Guinot